Todavía te recuerdo.
Me acuerdo de tu mirada.
Me acuerdo de cómo reías
y de cómo me besabas.
Nunca nadie deseó nada
como tú me deseabas,
ni nunca nadie amará
tanto como yo te amaba.
Quien puede arder por amor
también puede arder por rabia.
Al menos, antes de irme,
pude robarte unas bragas.
miércoles, 24 de agosto de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)