Veía la televisión 8 horas al día, como un jodido trabajo a jornada completa. Quiero decir que me lo tomaba muy en serio. Que no sólo veía "son goku" y "campeones" sino que madrugaba los sábados para ver "pressing catch" y "humor amarillo". Así de ruda fue mi infancia. Invertí muchas horas en cosas que casi no recuerdo, como "supermarket", un programa presentado por Enrique Simón en el que soltaban a los concursantes en medio de un supermercado con una lista de la compra y tenían que conseguir llenar el carrito antes que el otro equipo. Un argumento realmente alucinante. Lo digo en serio, ahora ya no se hacen cosas así. Cuando pienso en este concurso es casi como si todo hubiera sido un sueño. Un sueño televisivo. Como aquel programa de Jesús Puente que se grababa desde el interior de una habitación de hotel y el concursante tenía que conseguir gastar un millón de pesetas por teléfono. Este extravagante universo era mi hogar. Lo recuerdo empañado, fuera de foco y con los colores muy saturados, como aquel programa que tenía Jesús Gil en Tele5. "Gil, y tal y tal". Todos estos recuerdos absurdos e irreales se han enquistado en mi memoria. Olvidé mi primer día de instituto, pero recuerdo el de Brandon y Brenda Walsh. Olvidé mi primer beso, pero recuerdo el de Zack Morris y Kelly Kapouski. No recuerdo la fecha de tu cumpleaños, pero sé que el de Michael Jackson es el 29 de agosto. Que Dios le tenga en su gloria. Ahora todos mis recuerdos tienen la textura de un anuncio de zumosol de los ochenta.
sábado, 2 de abril de 2011
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3 comentarios:
lo que recuerdas son a las chicas chin-chin, no mientas
Dios, recuerdo ese programa del super, hostias...
Somos una generación jodida. Mi infancia es televisión (yo también madrugaba, por cierto) y bares con serrín en el suelo, mucho serrín. Y lluvia, siempre lluvia al salir de esos bares.
Gran texto, me ha encantado.
Ay qué calor!
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